En septiembre, el sentimiento de los consumidores estadounidenses subió a su punto más alto en cuatro meses en medio de expectativas de que la inflación seguirá moderándose durante el próximo año y los ingresos de los hogares mejorarán, a pesar de unas perspectivas menos optimistas sobre el mercado laboral debido a la ralentización del crecimiento del empleo.

 

En apoyo de la mejora de las perspectivas de inflación, otros datos publicados el viernes mostraron que los precios de importación cayeron en agosto por el mayor margen en ocho meses, impulsados por una amplia reducción de los costes de los bienes. Los datos gubernamentales de esta semana indicaron aumentos moderados de los precios de producción y de consumo en agosto.

 

La caída de las presiones sobre los precios da a la Reserva Federal una amplia oportunidad para centrarse en el mercado laboral, que se ha desacelerado notablemente desde el fuerte crecimiento del empleo del año pasado. Se prevé que el banco central estadounidense inicie su esperado ciclo de relajación de la política monetaria el próximo miércoles, con un recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos casi seguro.

 

«Nuestra hipótesis es que las expectativas de tipos de interés más bajos, así como la ralentización de la inflación, están haciendo que la gente se sienta más optimista sobre las perspectivas económicas», dijo Carl Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics.

 

La lectura preliminar del índice general de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan fue de 69,0 este mes, la más alta desde mayo, frente a una lectura final de 67,9 en agosto. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto una lectura preliminar de 68,5.

 

El sentimiento mejoró debido a las mejores condiciones de compra de bienes manufacturados de larga duración, ya que los consumidores encontraron los precios favorables. También mejoraron las expectativas de los consumidores respecto a sus finanzas personales y la economía en los próximos 12 meses, aunque disminuyó su percepción del mercado laboral.

 

La proporción de consumidores que esperan que la tasa de desempleo aumente durante el próximo año aumentó hasta un máximo de 16 meses del 39%, frente al 37% de agosto. El aumento del sentimiento se dividió por partidos.

 

«Un porcentaje cada vez mayor de republicanos y demócratas prevén ahora una victoria de Harris», declaró Joanne Hsu, Directora de Encuestas de Consumidores. «Como reflejo de sus diferentes puntos de vista sobre las implicaciones económicas de una presidencia de Harris, las diferencias de opinión entre partidos han aumentado ligeramente».

 

La encuesta se realizó antes del debate del martes en el que el candidato republicano Donald Trump se enfrentó a la vicepresidenta Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata para las elecciones del 5 de noviembre.

 

La medida de la encuesta sobre las expectativas de inflación a un año cayó por cuarto mes consecutivo al 2,7%, el nivel más bajo desde diciembre de 2020, frente al 2,8% de agosto. Sus perspectivas de inflación a cinco años aumentaron ligeramente hasta el 3,1% desde el 3,0% del mes anterior.

 

Las elevadas expectativas de inflación a largo plazo, la estabilidad del mercado laboral y unas cifras de inflación subyacente aún sólidas van en contra de las esperanzas de los mercados financieros de un recorte de tipos de medio punto porcentual.

 

Los mercados financieros estimaban en torno a un 43% la probabilidad de un recorte de tipos de 50 puntos básicos en la reunión de política monetaria de la Fed de los días 17 y 18 de septiembre, frente a aproximadamente un 15% tras los datos de inflación de la semana, según la herramienta FedWatch de CME Group. La probabilidad de una reducción de tipos de 25 puntos básicos se sitúa en torno al 57%, frente al 87% de principios de semana.

 

Las acciones de Wall Street cotizaban al alza después de que el ex presidente de la Fed de Nueva York, Bill Dudley, comentara que había «argumentos sólidos» para un recorte de tipos de medio punto. El dólar se debilitó frente a una cesta de divisas, y los rendimientos del Tesoro estadounidense cayeron.