El dólar se mantuvo estable y dispuesto a poner fin a una racha de dos semanas de pérdidas el viernes, mientras los datos laborales y manufactureros de Estados Unidos dejaban a los operadores especulando sobre cuándo y en qué medida la Reserva Federal podría recortar los tipos este año.

El yen fluctuó a 157,24 por dólar tras alcanzar el jueves un máximo de seis semanas de 155,375 tras las presuntas intervenciones de Tokio la semana pasada que podrían ascender a casi 6 billones de yenes, según datos del Banco de Japón.

 

Los datos del viernes mostraron que los precios al consumo subyacentes en Japón se aceleraron por segundo mes consecutivo en junio, lo que mantuvo las expectativas del mercado de que el banco central podría subir pronto los tipos de interés.

El Banco de Japón abandonó los tipos negativos y el control del rendimiento de los bonos en marzo, alejándose de un programa de estímulo radical de una década de duración, y los mercados se están calentando ante la posibilidad de una subida de tipos en su reunión de finales de mes. Los operadores están valorando en un 41% la posibilidad de una subida de 10 puntos básicos.

 

El yen ha caído más de un 10% frente al dólar este año, lastrado por el sustancial diferencial de tipos de interés entre EE.UU. y Japón, y rondó mínimos de 38 años a principios de mes, provocando sospechas de intervenciones por parte de Tokio.

En Estados Unidos, el número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidio de desempleo aumentó más de lo previsto la semana pasada, aunque el mercado laboral no mostró cambios sustanciales.

El índice del dólar, que evalúa la divisa estadounidense frente a seis homólogas, se situó en 104,21, por encima del mínimo de cuatro meses de 103,64 alcanzado el miércoles. El índice se prepara para una ganancia semanal del 0,16% después de haber perdido valor durante dos semanas consecutivas.

 

La Reserva Federal se reunirá a finales de julio, y los mercados prevén una probabilidad muy baja de que el banco central recorte los tipos. Sin embargo, los operadores prevén una reducción de 25 puntos básicos para la reunión de septiembre de la Fed.

Ryan Brandham, responsable de mercados de capitales globales para Norteamérica de Validus Risk Management, mencionó que la economía estadounidense se acerca a un punto en el que podría estar justificado un recorte de tipos.

"Pero la cautela de la Fed y un enfoque lento son posiblemente necesarios para evitar reavivar la inflación que se han esforzado por controlar", declaró.

 

La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, declaró el jueves que está buscando más garantías de que la inflación está volviendo al objetivo del 2% de la Fed antes de abogar por un recorte de los tipos de interés.

"Actualmente no tenemos estabilidad de precios", comentó Daly en un acto de la Fed de Dallas.

El euro se mantuvo relativamente sin cambios en 1,0893 dólares durante las primeras horas asiáticas, tras una caída del 0,4% en la sesión anterior, ya que el Banco Central Europeo mantuvo los tipos estables y no ofreció ninguna orientación clara sobre su próximo movimiento.

 

La moneda única había alcanzado un máximo de cuatro meses de 1,0947 dólares el miércoles, recuperando todas las pérdidas recientes que se debieron a la incertidumbre en torno a las elecciones francesas.

Dado que los mercados monetarios esperan más de dos recortes de tipos por parte de la Fed para finales de año y algo menos de dos para el BCE, el euro podría mantener una posición dominante durante el resto del año.

La libra esterlina se mantuvo plana en 1,2942 tras un descenso del 0,5% en la sesión anterior, ya que los datos indicaban que los salarios en Gran Bretaña crecían a un ritmo más lento, pero seguían siendo lo suficientemente fuertes como para mantener las dudas sobre un recorte de tipos por parte del Banco de Inglaterra.

La libra alcanzó el miércoles su nivel más alto en un año y ha subido un 1,7% en lo que va de año.

En otras divisas, el dólar australiano cedió un 0,11% hasta los 0,66985 dólares, mientras que el dólar neozelandés cayó un 0,22% hasta los 0,6032 dólares.