El precio del oro subió el martes gracias a la debilidad del dólar, ya que la atención de los inversores se desplazó a los datos sobre la inflación en EE.UU. que se publicarán a finales de esta semana y que podrían arrojar luz sobre el calendario de la primera bajada de tipos de interés del año por parte de la Reserva Federal.

 

El oro al contado subió un 0,4% hasta los 2.179,43 dólares la onza. Los futuros del oro estadounidense sumaron un 0,2% hasta los 2.202,7 dólares.

 

El oro alcanzó un máximo histórico la semana pasada después de que los responsables políticos de la Fed dijeran que aún esperan recortar los tipos de interés en tres cuartos de punto porcentual para finales de 2024, a pesar de las recientes lecturas de una fuerte inflación.

 

"A menos que haya noticias significativas que indiquen una aceleración en el ritmo de los recortes de tipos, es poco probable que el oro alcance un nuevo récord antes de Semana Santa", dijo Nitesh Shah, estratega de materias primas de WisdomTree. "Sin embargo, esperamos que se batan nuevos récords a finales de año", añadió. WisdomTree prevé que los precios del oro alcancen los 2.350 dólares en el primer trimestre de 2025.

 

Los operadores estiman en un 64% la probabilidad de que la Fed empiece a recortar los tipos en junio.

 

El índice del dólar, por su parte, cayó un 0,4% frente a sus homólogos, lo que abarató el oro para los tenedores de otras divisas. La atención se centrará ahora en los datos del índice de precios del gasto en consumo personal básico de EE.UU. que se publicarán el viernes.

 

Los precios del oro también se han visto respaldados por el aumento de la demanda física de los hogares chinos en medio de cierto escepticismo sobre las perspectivas del mercado inmobiliario y bursátil del país. Esto ayudó a compensar la menor demanda de los compradores indios, sensibles a los precios.

 

Las compras de los bancos centrales, menos sensibles a los precios que los consumidores minoristas, también se mantuvieron fuertes, lo que supuso un apoyo adicional para el metal. El banco central chino ha sido el comprador más activo desde finales de 2022.

 

"La motivación de sus compras de oro es diversificarse alejándose de las divisas del G7, después de que estas divisas se utilizaran como armas en 2022 tras la guerra (Rusia-Ucrania)", dijo Shah.